viernes, 2 de octubre de 2015

Crianza Respetuosa

Crianza Respetuosa





Para mejorar nuestros ambientes familiares de crianza es necesario hacer un trabajo de cuestiona miento y reflexión acerca de nuestras propias creencias y prácticas familiares y locales de crianza, y este será un buen punto de partida para mejorar y enriquecer el desarrollo integral y armonioso de los niños.
Es igualmente importante identificar y poner en práctica todas aquellas formas de crianza tradicionales y ancestrales que les brindan a los niños oportunidades para su desarrollo y la formación de sí mismos, poniendo en práctica métodos favorables que nos ayuden a mejorar las formas de relacionarnos con los niños:es la clave para construir ambientes familiares más alegres y acogedores, que despierten la curiosidad natural del niño y de su deseo de aprender.

  • Los hijos necesitan percibir que los padres estamos a la cabeza de sus vidas como líderes capaces de contenerlos y  guiarlos mientras no saben por dónde van.
  • Establece una relación cordial con tus hijos, donde puedan experimentar emociones positivas de manera mutua.
  • Escúchalos. Tus hijos aprenderán cómo escuchar con empatía, poniéndose en los zapatos del otro, si es que le ofreces el modelo adecuado para saber cómo hacerlo.
    • En vez de dar órdenes, haz preguntas que le hagan reflexionar: “¿Qué piensas respecto a? ¿Cómo vas a solucionarlo?” Etc.
  • Evita etiquetarlos. La conducta no define la personalidad de tu hijo, por lo tanto NO ES “desobediente”, “desordenado” “angelito” etc. En vez de decirle “eres un desordenado” le decimos “es hora de que arregles tu cuarto”.
  • Dale opciones limitadas, esto les dará la sensación de que no tienen que obedecer todo a rajatabla así están más dispuestos a colaborar y reduce los enfados ya que tiene dónde poder elegir.
  • Si quieres que tu hijo tenga una personalidad controlada, practica tu misma el autocontrol. No podemos pedirle control y nosotras explotar en el momento  menos esperado.
  • Involucra a tus hijos en las soluciones. Esto les dará sentido de pertenencia y los motivará a asumir sus responsabilidades.
  • Enséñales a expresar sus emociones de una manera asertiva sin perjudicar a los demás.
  • No te olvides darles el mensaje de amor a tus hijos. En algunas ocasiones, estamos tan metidos en nuestros problemas que nos olvidamos de recordarles a nuestros hijos cuánto los queremos y lo orgullosas que estamos de ellos.
  • Anímalos en lugar de darles recompensas, premio o elogios desmedidos. Animarlos los lleva a la autoconfianza, mientras que los elogios y recompensas los hace dependientes y adictos a la aprobación.
  • Abrázalos, demuéstrales tu cariño sin que sea un momento especial, sino porque les quieres y ellos necesitan sentirlo al igual que nosotros.
  • Dedícales cantidad de tiempo y tiempo de calidad. Necesitan nuestra presencia que estemos con ellos y nos sientan presentes en ese momento, compartiendo juegos, lecturas o simplemente una mirada.
  • Ser constantes con lo que le enseñas respecto de su comportamiento y dar instrucciones claras. No puede ser hoy blanco y mañana negro, eso es un lio para ellos y para nosotros.
  • Reforzar las conductas positivas. Animarles a seguir realizando esas conductas y demostrarles que estamos orgullosas de que las consigan.
  • Sancionar la conducta y no al niño. Por ejemplo, si tiran un vaso de agua podemos ayudarle, si es pequeño, a que lo recoja y si puede solo, que él mismo recoja lo que ha tirado, sin gritos
  • Evitar los NO. Es más efectivo si les decimos qué es lo que tienen que hacer en vez de decirles que es lo “no” tienen que hacer.
    • Evitar decir “quiero que…”En vez de decir “quiero que apagues el televisor en este momento” mejor es decir: “es hora de apagar la tele e irse a dormir”.
    • Explicarle el porqué de las cosas de forma clara, corta y sencilla. “No muerdas a las personas. Eso les hará daño“.
    • Controlar nuestras emociones. No podemos enseñarles un buen comportamiento si es que estamos alterados.
    • Ser un buen ejemplo. Los niños aprenden por imitación, y son los padres sus principales referentes:
    • Para ello, la clave está en el tipo de crianza que le brinde a su hijo, basada en el respeto mutuo, en la igualdad de trato y desarrollando un sentido de pertenencia e importancia, para lograrlo le recomendamos:
    • Por último, comprender el verdadero significado de la crianza respetuosa y la disciplina. La disciplina no es sinónimo de castigo, la disciplina es educar, por lo tanto, evita castigar, pensado antes en sus consecuencias a largo plazo: resentimiento, revancha, rebeldía y retraimiento.

    • En conclusión, las bases adecuadas para el desarrollo de una personalidad sana y porque no, feliz, no solo depende de la carga genética con la que viene el ser humano, sino también de las personas que lo rodean, la calidad de interacciones y relaciones afectivas que éste establezca en los diferentes contextos donde interactúa, y en el caso de los niños específicamente, también depende del tipo de crianza que practiquen sus padres.

      Crianza respetuosa, en esencia…





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